La soldadura ultrasónica de tejidos no tejidos se basa en las propiedades del material polimérico termoplástico y en su estructura física única, donde el calor por fricción generado por vibraciones de alta frecuencia funde y une las interfaces de las fibras. Se seleccionan materiales poliméricos termoplásticos como PP y PET, cuyas cadenas moleculares muestran movilidad segmentaria y capacidad de difusión a altas temperaturas, con puntos de fusión que coinciden con el rango de generación instantánea de calor de la soldadura ultrasónica. El tipo y contenido de aditivos deben equilibrar la resistencia al calor y la adaptabilidad a la soldadura. Las fibras forman una red no tejida entrelazada tridimensional, donde la densidad y el grosor determinan la eficiencia de penetración de energía. Fibras más gruesas y una estructura compacta optimizan la conducción de calor y la distribución uniforme. Para estructuras compuestas de varias capas, se debe garantizar la compatibilidad de los puntos de fusión entre capas para evitar fallos en la soldadura debido a diferencias en la conductividad térmica. Este diseño colaborativo de propiedades del material y estructura física permite que la energía ultrasónica actúe con precisión en la interfaz de soldadura, logrando una unión eficiente y respetuosa con el medio ambiente.